Cómo se mutilan olivos centenarios y milenarios para su posterior venta

    El expolio, la mutilación y el negocio afectan desde hace décadas a estas plantas, que han sido testigos, en algunos casos, de hasta más de dos mil años de historia. Los primeros casos de venta se conocieron hace más de veinte años en el sur de España.

    Olivos milenarios
    El expolio, la mutilación y el negocio afectan desde hace décadas a estas plantas, que han sido testigos, en algunos casos, de hasta más de dos mil años de historia.

    Los primeros casos de venta se conocieron hace más de veinte años en el sur de España. Y en seguida se supo que no era una actividad exclusiva de nuestro país, sino que también se realizaba el comercio de estos árboles en países vecinos como Italia y Francia. Pero a principio de los años 2000, las dos naciones anteriores comenzaron a trabajar y decidieron legislar sobre el tema para protegerlos (*).
    Crearon leyes que desde entonces impiden continuar con la mutilación de los árboles y su posterior traslado a otros países donde, debido al gran impacto que sufrían al cortarles sus raíces y sus copas y al cambio de hábitat al que eran sometidos, tenían una sobrevida de tan solo veinte años.

     A partir de entonces la intensificación del negocio tomó otro rumbo: España.

    Fortunas son las que han pagado, sobre todo millonarios americanos y árabes de los países petroleros, para que muchos ejemplares milenarios y centenarios luzcan en sus jardines, urbanizaciones, hoteles o campos de golf. Hay un caso famoso, el de un ciudadano francés que pagó 64 000 euros por uno de ellos (**), para que pase sus últimos años adornando un chalet. Aunque mucha gente se resista a creer que semejante comercio exista, basta con echar un vistazo a las páginas de internet que lo anuncian sin ningún tipo de escrúpulos: te enseñan cantidades de fotos y te dicen la edad aproximada, de dónde fue arrancado, en qué vivero se encuentra actualmente, cuánto valen y cómo lo harán llegar hasta tu casa.

     

    Algunas comunidades autónomas han reaccionado legislando al respecto pero no todas hoy en día tienen prohibida la venta, y ciertas lagunas legales aún permiten que se siga cortando y trasladando olivos a los viveros, para después fotografiarlos y subirlos a internet a la espera de que algún empresario “excéntrico” decida su compra, para ponerlo en uno de sus jardines o de sus distintas propiedades. Castellón cuenta con uno de los campos más ricos en olivos milenarios y se cree que existen más de quinientos de estos ejemplares en un radio relativamente pequeño. La mayoría pertenece a agricultores y ganaderos con poca capacidad económica, que ven en ellos la oportunidad de encontrarse con cientos o miles de euros de una manera relativamente fácil.

    Se sabe de casos de plantas por las que se ha pagado entre 400 y 3000 euros.

    El lucro es para el intermediario, que llega a multiplicar ese precio a veces hasta superar los 90000 o 100 000 eruros. El negocio también a veces reparte migajas entre los vecinos, que por una pequeña comisión se dedican a hacer inventarios de todos los árboles:describen su ubicación exacta y miden su perímetro, hecho fundamental para saber su edad y establecer el precio.

    Pero si alguna duda nos queda con respecto al negocio y al volumen de dinero que se mueve alrededor de los olivos más longevos, basta con ver la inversión que la familia Botín (Banco Santander) ha hecho en Boadilla del Monte, Madrid: 170 hectáreas que albergan más de 1300 ejemplares centenarios y algunos milenarios. Provienen de Las Alpujarras y muchos de ellos fueron plantados por los árabes en la época andalusí; otros provienen de Portugal, Calabria o Creta. Ahora viven todos juntos esperando ser vendidos para generar dinero y más dinero.

    Otro ejemplo es la famosa empresa francesa Stanislas Machoïr, que se dedica a la subasta de objetos de lujo. En septiembre de 2012, en un
    solo día,se remataron 31 olivos centenarios o milenarios. El nombre de la subasta era Olivos milenarios, Esculturas vivientes del Imperio Romano. Uno de los que se vendió fue Dominiciano, del que hablamos anteriormente y superó los 60 000 euros; otro fue Teodosio I, de 8,5 toneladas, por el que se pagó 82 000 euros; y otro muy conocido
    fue Augusto, de más de 16 toneladas, cuyo precio alcanzó los 110 000 euros. La misma empresa organizó un evento similar donde ofrecían un lote de 16 plantas por el “módico”  precio de 100 000 euros.

    El último inventario oficial de olivares fue realizado por el Estado en 1986, contabilizándose entonces más de 300 millones de plantas. Se supo que de ellos unos dos millones eran centenarios, y tenían alrededor de 500 años de vida. Pero lo que nunca se supo era cuántos superaban el milenio. Las zonas con más densidad eran en ese momentoTarragona, Baleares, Córdoba y Jaén.

    (*) Si bien Italia y Francia han prohibido extraerlos de sus hábitats
    para su posterior venta, no han prohibido su compra a otros
    países, hecho que sigue sucediendo al ser adquiridos en España,
    Grecia, Portugal y Marruecos.

    (**) Se llama Dominiciano, en recuerdo de su época romana.
    Pesa más de 10 toneladas y su tronco tiene un perímetro que
    casi llega a los 7 metros, lo que hace suponer que en realidad
    tenga más de dos mil años.

    1Petición en Change.org gestada en Puerto del Rosario

    Un vecino de la capital majorera, César Javier Palacios, ha iniciado una solicitud para firmar por internet y exigir al Parlamento Europeo que se encargue del asunto.

    “Igual que hace 150 años los ricos norte americanos venían a España para llevarse por cuatro perras iglesias románicas piedra a piedra,

    ahora permitimos el mismo expolio con nuestro patrimonio natural”, dice Palacios en el texto de presentación de la petición.
    En otro párrafo nos recuerda que “Es preciso detener este expolio intolerable de nuestro patrimonio natural y cultural mediterráneo, de nuestro paisaje. Por eso, pedimos al Parlamento Europeo que apruebe una declaración donde invite a todos los países a proteger los viejos árboles y prohíba tanto el arranque como su comercio”.
    La solicitud no ha pasado inadvertida para la población, ya que al cierre de esta edición la misma estaba cerca de las 150 000 firmas.

    Estreno de un Film que refleja esta realidad


    Justamente el próximo 6 de mayo se proyectará en España la última película de Icíar Bollaín, El Olivo, que trata sobre la problemática de la venta de estas plantas. Combinando drama y humor, cuenta la historia de Ramón, un agricultor que desde niño ha cuidado de muchos de estos árboles y que, debido a que uno de ellos es arrancado de cuajo para satisfacer las necesidades del negocio, de repente deja de hablar y comer, cayendo en una profunda depresión. Su nieta, Alma, decide embarcarse junto a su tío, un camionero arruinado por la crisis, en la aventura de recuperar ese olivo milenario que fue vendido contra la voluntad de su familia 12 años atrás.

     

    Fuentes: www.verema.com – www.concienciaeco.com
    www.cronicaverde.blogspot.com.es

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