
Por Fernando Frias Reis, mayo de 2017
Shark Advocate en las organizaciones:
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Sharks Educational Institute
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Sharks Atlantic Platform
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Alianza Tiburones Canarias
Hoy en día están identificadas científicamente más de 520 especies distintas de este grupo de peces, pero todavía muy poco se conoce de ellos. La imagen de los tiburones peligrosos y amenazadores que muchas veces llega a la opinión pública, está principalmente basada en los mitos del miedo a lo desconocido que al cine de suspense más comercial le gusta explotar de forma tantas veces dramática.
En este espacio de información procuro compartir siempre el conocimiento más actualizado y validado de algunos de los datos más curiosos sobre las especies de tiburones que habitan nuestros océanos, de las cuales dependemos todos. Hoy es el turno del tiburón azul.
Tras la publicación anterior de dos artículos dedicados a la familia de los tiburones martillo, os invito aquí a descubrir y conocer algunos datos más del que fue ya considerado como posiblemente el tiburón más común en todos los océanos del mundo: el tiburón azul, también comúnmente conocido como “tintorera”.
Como os seguiré narrando sobre el bello tiburón azul, la verdad es que estos animales son unos peces muy especiales. Decía que el tiburón azul (Prionace glauca) era antiguamente considerado como uno de los más comunes de nuestros océanos porque justamente su hábitat se extiende por todos los mares tropicales y templados del planeta. Es posible encontrarlos nadando en el hemisferio norte y en el hemisferio sur: en el Atlántico, en el Índico y en el Pacífico. Pero debido a la sobrepesca, que se ha incrementado a lo largo de las últimas décadas, esta especie, a pesar de su gran distribución y no mala tasa de fecundidad, ha entrado ya en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), bajo la clasificación de Vulnerable (VU).
El tiburón azul es una especie pelágica de tiburones altamente migratorios, aunque puede competir cerca de la costa, especialmente por la noche. Se denomina pelágicos a todos los animales que viven en la columna de agua de los océanos, que por definición muy raramente se acercan a la costa y que tampoco dependen de los fondos marinos para sobrevivir. Esta especie, el tiburón azul (Prionace glauca), también es conocida entre los pescadores como “caella” o “quella”, y principalmente como “tintorera”; habita desde la superficie hasta los 350 m de profundidad. Curiosamente cuando es capturado vivo y se debate estresado en la cubierta de la embarcación en una situación de asfixia, al cogerlo para su manipulación, su piel suele liberar una pequeña cantidad de una tinta azul oscura que mancha las manos de los pescadores, recibiendo por ello el apodo de “tintorera”.
Morfológicamente, la tintorera es un tiburón de ojos grandes con un cuerpo esbelto; presenta una coloración dorsal azul oscura, azul brillante en los lados y abruptamente blanca en las partes inferiores. Tiene una cabeza estrecha con un hocico cónico alargado y se reconoce muy fácilmente por unas aletas pectorales largas, estrechas y puntiagudas, presentando la primera aleta dorsal en la espalda más cerca de las bases de la aleta pectoral que las aletas pélvicas. Según algunos registros, podría llegar a alcanzar los 3,8 metros de longitud.
Pertenece a la gran familia de los tiburones carcarrínidos (Carcharhinidae), que comprende 12 géneros y 56 especies dispersas por todos los mares del planeta. Esta es una de las mayores y más importantes familias, no solo por la diversidad de especies en aguas tropicales, subtropicales y templadas, sino también por su abundancia y biomasa junto a plataformas continentales y en alta mar; esta familia incluye también a los cazones, los sedosos, los limón, los toro, los tiburones tigre y muchas otras especies muy conocidas. Su valor en la pesca industrial tiene evidentemente serias consecuencias en su estado de conservación, haciendo que más del 28 % de las especies de esta familia hayan sido clasificadas como amenazadas de extinción en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN.
Prefiriendo el agua relativamente fría (entre los 7 y los 16° C) pero pudiendo tolerarla en torno a los 21 °C o más, el tiburón azul (P. glauca) es una de las especies de tiburones a nivel global que presenta una de las mayores distribuciones geográficas de vertebrados marinos, desde las altas latitudes con aguas más frías hasta los trópicos. Su pesca es muy significativa, tanto por sus aletas (que son de las más comúnmente encontradas en el comercio internacional) como por su carne, hígado, cartílago y piel. Como muchas de las demás especies, el tiburón azul presenta una infancia larga, alcanzando la madurez sexual a los 5 o 6 años de vida.
Su reproducción se realiza por viviparismo placentario, igual que cerca del 10 % de todas las especies de tiburones, entre las cuales se encuentran los tiburones martillo. Compartiendo el método reproductivo más evolucionado y exitoso de todos estos peces, mediante el cual existe una conexión para el intercambio sanguíneo entre cada embrión y su madre, tras un período de gestación de 9 a 12 meses puede tener camadas de 4 a 135 crías, dependiendo del tamaño de la hembra. Esta característica (muy rara entre tiburones) de poder gestionar el desarrollo de tantas crías por camada ha hecho que entre los pescadores también se conozca al tiburón azul como “conejero”. Además, las tintoreras son de rápido crecimiento en comparación con la mayoría de los otros carcarrínidos, y se estima que puedan alcanzar una edad máxima de 20 años.
Debido a su tipo de dientes muy afilados, se alimenta principalmente de presas relativamente pequeñas que pueda tragar enteras, en especial algunos peces óseos y algunos invertebrados como los calamares, aunque igualmente puede capturar otros pequeños tiburones y aves marinas que suele encontrar ocasionalmente en la superficie. Hay especies de calamares que forman enormes agrupaciones de crías, de las cuales se aprovechan los tiburones azules para ingerir grandes cantidades, casi como si estuvieran barriendo con sus cabezas y colas en amplios arcos. Suelen embestir rápidamente a través de densos grupos, tragándolos enteros. Empiezan alimentándose por la parte inferior de estos bancos más densos, asumiendo luego una postura vertical y lanzándose hacia arriba para tomar las otras presas. Con el calamar dispersado o alerta, pueden atacar en rápidas vueltas y atraparlos en las esquinas de la boca. Estos tiburones han sido observados igualmente en gran número alrededor de cadáveres de ballenas y otros cetáceos, procurando desgarrar ávidamente su grasa.
Como decía al inicio de este artículo, el tiburón azul es una especie pelágica altamente migratoria. Ha sido a través de la marcación y la recaptura de individuos P. glauca en el Atlántico Norte como se ha comprobado la existencia de una ruta de migración transatlántica en el sentido de las agujas del reloj. Especímenes de tiburones azules marcados a lo largo de los EE. UU. han sido recuperados al oeste de la península Ibérica y en el estrecho de Gibraltar. En otras operaciones de marcación en las cuales he podido participar hace algunos años, se capturaban tiburones azules más juveniles y se marcaban en aguas portuguesas, siendo posteriormente recapturados alrededor de las islas Canarias; mientras, los tiburones azules etiquetados en las islas Canarias han sido pescados delante de Cuba.
En las fotos de las fichas de marcación y recaptura asociadas a este artículo es posible verificar un ejemplar macho capturado y etiquetado con el número 311714 el 9 de septiembre de 2007, que ha sido recapturado el 10 de febrero de 2009, apenas al norte del archipiélago Chinijo, en Lanzarote. Este ejemplar ha pasado 520 días en libertad tras su marcación, a lo largo de los cuales creció 43 cm en longitud. Aparentemente, estas tintoreras aprovechan el sentido de la corriente del Golfo hacia Europa y después toma otras corrientes por las costas europeas y africanas para, finalmente, gracias a la corriente ecuatorial del Atlántico Norte, subir por la región del Caribe.
De hecho, se sabe hoy que durante la primavera estos tiburones siguen la corriente del Golfo hacia el norte a lo largo de la plataforma continental norteamericana. Durante los meses de verano, un gran número de ellos suelen encontrarse desde el sur de Nueva Inglaterra a Nueva Escocia, cruzando el Atlántico por las Azores. Por otro lado, durante los meses de invierno el tiburón azul del Atlántico central oriental, en su mayoría hembras adultas en estado de gravidez, nadan en una zona comprendida entre los 27° y los 32° N, aproximadamente entre las islas Canarias y la costa norteafricana. Después de un período de gestación de 9 a 12 meses, se producen los nacimientos a principios de primavera en zonas de cría, desde el Golfo de Vizcaya hasta la península Ibérica y cerca de las Azores. Al mismo tiempo, los juveniles y machos adultos ocupan entonces un lugar más al norte de las costas portuguesa y española, desplazándose hacia el sur desde las aguas del norte de Europa. Para algunas poblaciones que se adentran en el Mediterráneo occidental, los recién nacidos no realizan grandes migraciones y permanecen en el área de guardería aproximadamente de 2 a 3 años, donde alcanzan una longitud total cercana a los 130 cm (Ebert and Stehmann, 2013).
Pero mucho más hay que contar de esta especie tan emblemática de los tiburones oceánicos. En el próximo artículo os contaré cómo me he encontrado al inicio de este año con unos raros dientes de tiburón azul aquí, en Canarias. Pero eso ya en el mes de julio. Hasta entonces.
Fuente:
-Ebert, D. and Stehmann, M., 2013, Sharks, Batoids and Chimaeras of the North Atlantic. FAO Species Catalogue for Fishery Purposes N 7.
Agradecimientos especiales:
-Alessandro De Maddalena, biólogo marino, investigador, Shark Advocate, fotógrafo naturalista experto en tiburones: www.alessandrodemaddalena.com
-Rolando Oliveira, instructor de buceo, fotógrafo submarino experto en tiburones azules: www.divingraciosa.com
-João Correia, biólogo marino, investigador y Shark Advocate, PhD y director general de www.flyingsharks.eu