Cultivo de citricos
Cultivo de citricos

Por María Martín Francisco. Ingeniera Técnica Agrícola, especialista en hortofruticultura y jardinería agroecológica.

Los cítricos son plantas cuyo origen se sitúa en el sudeste asiático, cultivados desde hace muchísimos años y típicos de climas subtropicales. Su proliferación se debió fundamentalmente a los movimientos migratorios producidos por conquistas y expansiones de civilizaciones, cruzadas, el descubrimiento de América, etc. Desde entonces, y a lo largo de su historia, han surgido variedades producidas tanto por adaptaciones naturales como por la mano del hombre.

Botánicamente pertenecen a la familia de las rutáceas, género Citrus. Como todos sabemos, son árboles de porte bajo, ramas poco vigorosas, tronco corto y espinas no muy acusadas en algunas especies. Sus flores son muy conocidas por el aroma de azahar. Su fruto, llamado hesperidio, tiene la característica de poseer una piel rica en terpenos, sustancia apreciada para formular aceites utilizados en aromaterapia, perfumes, etc. En su interior se encuentran agrupados los gajos, formados por tricomas o vesículas repletas de jugo, rico en vitaminas entre la que destaca la vitamina C.

El factor limitante del cultivo de cítricos es la temperatura mínima, que no puede ser inferior a -30 C, y por supuesto las heladas.

En Canarias esto no es un problema pero, aunque necesita temperaturas cálidas en verano para la correcta maduración de los frutos, no soporta los vientos cálidos ni la calima. Requiere precipitaciones de alrededor de 1200 mm, por lo que hay que recurrir a los riegos con agua de calidad y a protegerlos de la excesiva evapotranspiración. En cuanto a la humedad ambiental, le favorece climas con ambientes cálidos y con brumas.

Hojas-con-fumagina.-Foto-fotonatura.org
Hojas con fumagina. Foto: fotonatura.org

Los suelos idóneos son los que presentan elementos gruesos que faciliten la evacuación del exceso de agua, debido a que no se recuperan de una asfixia radicular. Los cultivo de cítricos no toleran la salinidad, la cual produce alteraciones hídricas por el efecto osmótico sobre la disponibilidad del agua, acumulación de iones tóxicos que proporcionan interferencias en la absorción de los elementos nutritivos. Esto quiere decir que, aunque creamos que abonamos suficientemente y aplicamos riegos adecuados, la salinidad bloquea la asimilación de iones y minerales indispensables para su vida e impide la absorción del agua y los nutrientes disueltos en ella.

Como vemos los factores limitantes al cultivar cítricos en Fuerteventura son fundamentalmente la baja calidad del agua y los vientos cálidos. Estas dos causas ayudan a debilitar los árboles y a que sean muy propensos a sufrir plagas y enfermedades severas, que les producirán la muerte segura.

Cochinilla acanalada. Foto: fotonatura.or
Cochinilla acanalada. Foto: fotonatura.or

¿Cómo podemos llevar nuestro cultivo de cítricos aun teniendo estas limitaciones? Se puede conseguir que sobreviva usando estrategias de riego (como analizar la salinidad del agua), comprar variedades más tolerantes a la salinidad y utilizar sales de calcio en el riego dependiendo del pH del suelo.

Queremos tener árboles con una salud aceptable, que les permita defenderse de las principales plagas y enfermedades más habituales.

Es bastante común encontrarnos en nuestros limoneros, naranjeros o mandarinos, con insectos como cochinillas, mosca blanca, trips o minadores de hojas

Son comunidades de insectos que abren la puerta a hongos, principalmente la fumagina. Este hongo de color negro puede llegar a cubrir totalmente troncos, ramas, frutos y hojas, lo que repercute en la depreciación del producto para la venta. En casos severos, impide la respiración y la fotosíntesis al cubrir los estomas (aberturas que se encuentran en el envés de las hojas, a través de las cuales respiran las plantas). 

Mosca blanca. Foto: fotonatura.org
Mosca blanca. Foto: fotonatura.org

Asociado a lo anterior, se produce la aparición de hormigas que, seducidas por las sustancias azucaradas que producen aquellos insectos, llegarán para nutrirse de ella y al mismo tiempo propagar, de forma indirecta, la infestación de bichos y hongos a este y a otros árboles y plantas cercanas.

Algunas de las plagas que vemos comúnmente en Canarias en nuestros cítricos son la cochinilla acanalada y el minador de hojas, aunque también la mosca blanca y el cotonet o cochinilla algodonosa.

Todas ellas atacan a otros vegetales, no son exclusivos de los cítricos. Esto quiere decir que, si tienes en la huerta o en el jardín plantas en las que ya has visto alguno de estos insectos, aunque no sea una población muy numerosa, ten por seguro que, si plantas limoneros, naranjeros, pomelos o mandarinos, terminarán siendo huéspedes de ellos y, por lo que hemos visto hasta ahora, tienen la peculiaridad de verse muy afectados.

Las características de cada insecto o microorganismo capaz de impedir el buen desarrollo de un cítrico y la forma de proceder con cada uno de ellos, son temas interesantes para tratar en otro capítulo. Daremos información para conocerlos bien y combatirlos de la manera más eficaz y saludable para el vegetal y para el medioambiente.

Si tenemos la ilusión y el interés por este cultivo o el deseo de recuperar algún individuo que ya este infestado, se puede intentar con el uso de técnicas que pueden llegar a ser muy efectivas en muchos casos. Lo veremos en próximas ediciones.

Bibliografía: https://es.wikipedia.org/wiki/Rutaceaehttp://gipcitricos.ivia.es/area/plagas-principales – http://www.infoagro.com/citricos/naranja.htm

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