Bola 8, simbulo de la decision final
Bola 8, simbulo de la decision final

por Gianfranco Costa, majorero de adopción.

En estas semanas las redes sociales han hervido frenéticamente, todo el mundo se ha declarado sorprendido por los resultados de las últimas elecciones españolas. El 26-J sorprendió a muchos analistas políticos y empresas de sondeos que se dedican a las previsiones estadísticas, y también dejó un océano de tertulianos completamente desorientados. Siento disentir con toda esa gente: a mí me pareció todo bastante predecible. Intentaré explicar el porqué.

La dichosa Transición española, buscando una manera de que los principales bloques que se enfrentaron durante los años de la Dictadura pudieran convivir de una forma pacífica, permitió la permanencia en la sociedad española de muchos exfranquistas. Intento imposible en teoría pero exitoso en la práctica: mezclar agua y aceite. Hablando en general, toda la derecha española hoy en día vota al Partido Popular. Esto no quiere decir que toda la derecha española sea franquista, pero sí que hay un importante componente de la sociedad española que todavía siente nostalgia por esa dramática y horrorosa fase de la historia de este país. Muchos franquistas se disfrazaron tras la Dictadura de demócratas, eligiendo claramente a la derecha para sobrevivir.

Además, hay que tener en cuenta que hay muchísimas personas que tienen temor a que la derecha no continúe gobernando España. Por ejemplo, todos los empresarios deshonestos que emplean a sus trabajadores ofreciéndoles contratos de una hora cada día y chantajeándoles con contratar a otros si no estuvieran dispuestos a trabajar 8,10, o incluso 12 horas diarias en negro. Un enorme porcentaje de los empleos que parecen regulares en España son una estafa a las arcas públicas. Este enorme ejército de pequeños empresarios deshonestos no vota a Izquierda Unida. ¿Cuántos pequeños y medianos empresarios deshonestos hay hoy en día en España? ¿Y en Canarias?

La izquierda, con sus infinitas caras y colores, se declara sorprendida porque los españoles sigan votando al partido más corrupto de toda la historia europea moderna: el Partido Popular. Lo que le falta entender es que hay tantos casos de corrupción porque hay infinidad de corruptores. ¿Cuántas empresas privadas existen en España dispuestas a regalar dinero en negro al político de turno para que este les otorgue el derecho a ejecutar una obra pública?

¿Desde su punto de vista, por que partido pueden votar los empleados de todos los bancos españoles? ¿Y los que gestionan el enorme número de transacciones financieras y operaciones de bolsa? ¿Y las empresas petroleras y energéticas? ¿Y las que se encargan de las grandes infraestructuras? ¿Y a qué partido votan los estafadores legalizados que exportan sus enormes capitales a los paraísos fiscales, protegidos por las políticas fraudulentas (pero legales) del Partido Popular, que les permiten hacer todo lo que les dé la gana simplemente aprovechando las amnistías fiscales? ¿Y qué piensan ustedes a propósito de las preferencias electorales de sus parejas, hijos, y demás parientes? Tampoco esa gente vota a IU. Podría seguir horas redactando listas de potenciales electores ética y moralmente deshonestos del Partido Popular. En resumen, se trata de gente que tiene algo que ganar si vence el partido de la corrupción, las estafas y los paraísos fiscales.

Ese conjunto de 7 millones de españoles tiene otra característica completamente desconocida para los electores de la izquierda: siempre han votado, siempre votan y siempre votarán por el mismo Partido Popular, pase lo que pase, haya corrupción o no. El Partido Popular tiene 7 millones de cómplices en España. Esa gente nunca votará a otro partido. Es decir, la derecha española puede contar con un número fijo de votos que nunca va a cambiar, pase lo que pase. Exactamente lo contrario de lo que le sucede a la izquierda.

Por esta razón, personalmente no puedo estar de acuerdo con los comentarios del tipo: “Esa gente es idiota. ¡Cómo pueden no darse cuenta de todo lo malo que hizo el PP, que ha destruido la hucha de las pensiones, también de las pensiones de los de derecha!”. Los electores del Partido Popular pueden ser de todo pero menos idiotas: saben perfectamente lo que hacen y para quién votan, y solo quieren que ese partido siga haciendo las mismas políticas de siempre, porque solo así tienen algo que ganar. Nada de imbéciles, entonces, sino fríos cómplices.

La bola ocho de la foto es un símbolo a nivel mundial de la decisión final. La bola ocho decide el partido. Por esa razón la he elegido como referencia icónica de este artículo: la bola ocho en este caso han sido los electores que no han ido a votar.

Pase lo que pase, el PP puede contar con 7 millones de cómplices. Nadie en la derecha española pensaría en ningún momento en no ir a votar porque si no, el riesgo sería perder sus inmorales ventajas.

El 26-J, los que eligieron a Rajoy y su pandilla de cómplices han sido los que no han ido a votar o los que dejaron de votar a Ciudadanos volviendo al PP.

El fracaso parcial de CC, los traidores de su propio pueblo, ha llevado otros votos al señor Rajoy. Es decir, que la bola ocho del 26-J han sido los cobardes, los miedosos y los ignorantes.

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